Tras la pandemia, con la actividad más normalizada, se produjo una recuperación de la mano del trabajo más precario y sin derechos.

Con el 43,3% en el primer trimestre de este año, la población ocupada en relación a la población total (la tasa de empleo) superó los niveles anteriores a la pandemia y a la cuarentena, y alcanzó niveles récord.
Pero también en ese cuadro, escaló el empleo no registrado: el 35,9% de los asalariados trabaja “sin descuento jubilatorio”, superando el 35% del primer trimestre de 2019, de acuerdo a los datos del INDEC difundidos el jueves.
Si esos índices de los 31 Aglomerados de la EPH (Encuesta Permanente de Hogares) se proyectan a todo el país surgiría que los ocupados suman 20,4 millones: los registrados -como asalariados, monotributistas, personal de casas particulares y autónomos- son 12,5 millones, con lo cual habría 7,9 millones no registrados. Y 1,5 millones de desocupados.

Del Informe del INDEC, surge que el descenso del desempleo (del 10,2 al 7%) de los últimos 12 meses y el aumento del empleo marcan que se superaron los índices negativos de la pandemia y cuarentena, y que en mayor medida afectaron a los sectores informales, tanto asalariados como cuentapropistas.
Con la actividad más normalizada lo que se produjo fue una “recuperación” del trabajo informal, más precario, sin los derechos de la Seguridad. Es así que poco más del 80% del mayor empleo en los últimos 12 meses corresponde al sector informal.
Tomando en cuenta la población urbana, y con datos del IV Trimestre de 2021, el INDEC informó que cuatro de cada 10 asalariados del sector privado no está registrado. Son casi 5 millones (41,4%) sobre un total de 12.030.000 registrados.