Durante la edición anterior de la estudiantina, la primera después de la pandemia, los requísitos para la participación de los colegios y el sistema de puntuación fueron dejados de lado teniendo en cuenta las dificultades económicas y el poco tiempo de preparación con que contaban los colegios.
La nueva edición de la fiesta estudiantil más grande de la región arrancó el 14 de octubre con muchas expectativas, la competencia volvió a su formato tradicional y el espíritu competitivo de los colegios participantes se manifestó en cada presentación.
Recordemos que en la edición 2021, las exigencias para la participación de los colegios en la competencia habían sufrido modificaciones, no hubo sistema de puntajes, no se calificó a las presentaciones y tampoco hubo jurados:
La estudiantina del año pasado me pareció muy buena, sobre todo liberarse de las presiones, ya que no era competencia.
Comentó Lara, pasista de la escuadra negra del cuerpo de baile del Bachillerato Humanista.
El comentario más destacado entre las entrevistadas se refirió al sentimiento que les genera a los estudiantes, que la competencia retome el espíritu original e hicieron hincapié en las emociones que les genera ser parte de esta fiesta tan esperada por todos los participantes posadeños.
Este año volvieron los jurados a las gradas, quiénes no solo evaluarán el desempeño de las bandas de música y los cuerpos de baile, sino el ingenio de los trajes, la construcción de las carrozas, la elección de los temas alegóricos y el trabajo conjunto que cada colegio prepara para deslumbrar al público que siempre acompaña al evento.
Año a año los colegios se esmeran para dar lo mejor de sí y para convertir este evento en un hecho de trascendencia cultural y social, los jóvenes se hacen oír y le muestran a la sociedad su particular forma de ver lo que pasa a su alrededor.
Tareas realizadas:
Carolina Belloni: Redacción, entrevistas, enlaces y edición del video.
Marita González: Publicación del video en Youtube y subtítulos.