
Antes que nada, permítanme contarles un poco sobre quién es Jazmín Kinder y cómo se vincula con la Escena Kiki. Su nombre es Jazmín Kinder, psicopedagoga de 25 años.
Su entrada en la Escena Kiki Misiones se dio gracias a un conversatorio organizado por figuras clave de la escena en Buenos Aires, como Miaw Escándalo y Narcisse Escándalo. Este evento, que tuvo lugar en diciembre de 2022, exploró la historia internacional y nacional de la escena Ballroom. Posteriormente, se organizaron talleres y entrenamientos en diversas categorías, brindando un espacio enriquecedor. Las categorías que se practicaron aquí en Misiones, como Holloway New, Boxer y Face, junto con talleres de lipsync, captaron su interés desde el principio. Se sumó porque le apasionaba, y terminó encontrando en la Escena Kiki un lugar de pertenencia, un espacio absolutamente necesario para ella como persona. La ayudó a encontrar su identidad y a ganar mucha confianza también.
En cuanto a su participación, desde los inicios en diciembre, ha estado activamente involucrada en talleres y entrenamientos. Es esencial destacar que no hay roles fijos en la Escena Kiki; cada uno contribuye según sus habilidades y aporta a la comunidad de manera única.
La influencia de la Escena Kiki en su visión como psicopedagoga es significativa. Siendo un espacio que valora la diversidad y la expresión auténtica de la identidad, resuena perfectamente con su compromiso hacia la equidad de género y los derechos fundamentales. Este espacio no solo es un lugar de encuentro y celebración, sino que también se convierte en un terreno fértil para discutir y desafiar las nociones preconcebidas de género y derechos.
La Escena Kiki le proporciona un escape necesario de su trabajo diario en la atención a personas con discapacidad. En ese ámbito, lamentablemente, enfrentamos desafíos considerables y, a veces, una resistencia social marcada. Participar en la Escena Kiki le brinda un contrapunto vital y un espacio donde puede explorar su identidad sin restricciones. Esta experiencia no solo le ha permitido encontrar un respiro necesario, sino que también ha contribuido a fortalecer su confianza personal y su sentido de pertenencia en un mundo a menudo complicado.
Considera que la Escena Kiki ofrece un modelo valioso de inclusión y aceptación, algo que puede traducirse en estrategias educativas más amplias. Como psicopedagoga, ve la importancia de incorporar enfoques inclusivos en el aprendizaje y promover un ambiente donde cada individuo, independientemente de sus identidades, se sienta respetado y valorado. La Escena Kiki es un recordatorio de que la diversidad enriquece nuestras vidas y que, al abrazarla, podemos construir una sociedad más comprensiva y empática.
En cuanto a la aceptación social, han llevado a cabo múltiples Kiki Sessions en espacios públicos sin incidentes, lo cual es alentador. Sin embargo, observa que, a diferencia de otras escenas, la gente aquí tiende a observar desde la distancia. Este fenómeno podría ser un reflejo de ciertas barreras culturales o de comprensión que aún existen. La marcha de este sábado es una oportunidad para reforzar su compromiso de derribar esas barreras y continuar exigiendo la aceptación y el respeto que merecen como comunidad.
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